Juan es un niño de 3 años que cuando llega al colegio llora, grita y patalea sistemáticamente por una excesiva "ansiedad por separación" de sus padres.
¿Se puede modificar este comportamiento? ¿Cómo? describe pautas concretas de actuación para la modificación paulatina de esta conducta disruptiva.
A mi parecer sí que se puede modificar ese comportamiento ya que todas las conductas que los niños manifiestan son aprendidas, no nacen con ellas.
En primer lugar es necesario tener muy claro que es la ansiedad por separación. Podemos decir que es un miedo extremo a tener que separarse de las figuras a las que tienen mayor apego (generalmente sus padres o cuidadores) o al hogar. Este trastorno puede ir acompañado de depresión, tristeza o miedo a que algún miembro de la familia se vaya o puedan sufrir algún daño.
Lo primero que tenemos que tener claro es que debemos tener mucha paciencia y estar lo más sereno posible, ya que nunca debemos olvidar que los niños captan todo y además que nosotros actuamos como modelos permanentes.
El primer paso que debemos llevar a cabo es observar y describir detalladamente la conducta disruptiva para pensar cuáles son las medidas más adecuadas que debemos tomar.
Un método por el que podríamos optar es el conocido como periodo de adaptación. Este periodo consiste en que el niño se adapte al colegio y para ello iremos reduciendo el tiempo de permanencia de los padres en el centro. Los primeros días los padres permanecerán por ejemplo 1 hora, al día siguiente reduciremos a 50min., al siguiente a 40 y así hasta llegar un momento en el que el niño no necesite la presencia de los padres. Otro método, aunque no sé si sería fiable puesto que nunca lo he llevado a cabo sería al contrario, es decir, un día el niño permanecerá tan sólo 1 hora en el cole, al siguiente ampliaremos a 1 hora y media al siguiente a 2 y así hasta que el niño esté completamente adaptado y compruebe que siempre que el cole acabe sus padres estarán ahí y por tanto desaparezcan los pensamientos que él tiene de que le llevan al cole para abandonarle.
Otra opción que se puede llevar a cabo es intentar hablar con los niños. Previamente tendremos que ignorar su conducta de llantos y pataletas puesto que muchas veces cuando los niños están en esta situación y se les intenta calmar aumentan mucho más la intensidad de la rabieta. Una vez el niño esté más calmado podemos intentar explicarle y hacer con él una lista con motivos por los que debe estar tranquilo (mis padres siempre vuelven, si me encuentro mal puedo llamarles, etc.).
Por otro lado, una vez el niño se haya calmado podemos intentar que el niño esté distraído y que se lo pase bien, evadiéndose por tanto del miedo que sienten ante la separación de sus figuras de apego.
Por último sería importante que cada vez que el niño sea capaz de superar esa separación el profesor y/o los padres le premiasen por ejemplo utilizando refuerzos sociales (muy importantes para favorecer y mejorar la autoestima de los niños) o con otro tipo de refuerzo como puede ser el material o el de actividad (ir a jugar al parque con mis padres)
Si la situación no remite tendríamos que pedir ayuda y colaboración al orientador del centro para saber que debemos hacer y si es necesario pedir ayuda a otros profesionales.
Sea cuál sea la decisión siempre tiene que haber una colaboración y cooperación estrecha y permanente entre la familia y la escuela.
¿qué haríais vosotros?
No hay comentarios:
Publicar un comentario